sábado, 21 de junio de 2008

Invierno...





















Hoy comienza para nosotros (los del sur), el Invierno Patagónico. Y debe ser escrito así, con mayúscula porque es un tiempo tan bello como las otras tres estaciones del año. Al igual que ellas, su signo es la abundancia: Abundancia de pájaros que bajan a los valles para deleitarse con la superabundante presencia de semillas de la flora nativa. Abundancia de matices del gris y del





blanco; ¿increíble? Es que el blanco de la nieve cobra un matiz distinto según su espesor y las características de la superficie sobre la que se deposita. Y el gris de las nubes es tal, dependiendo de sus variadas y abundantes formaciones, y de las alturas por las que navegan impulsadas por los potentes vientos patagónicos.





Abundantes y variadas también, son las estructuras leñosas de árboles y arbustos que en esta época del año entregan generosamente su follaje para nutrir este suelo bendito. Esas apariencias de esqueletos desnudos, lejos de indicar algún modo de "fin", anuncian durante su reposo, el impulso abundante de la vida, que nos sorprenderá con su explosión colorida y luminosa en apenas tres meses.





Y así como hay lluvias abundantes que alimentan toda clase de espejos de agua; también cuando





aparece el sol por varios días, abundante es el deshielo que alimenta los arroyos y los ríos.





Y hay una herbácea, que si bien no es silvestre, abunda en los jardines por lo propicio que le es





este clima. Es el crisantemo amarillo, que no se cansa de florecer, desafiando el cuadro invernal





con su profusión de soles diminutos.





Pero la apoteosis de la abundancia comienza con la lluvia dorada que forman las hojas y semillas del abedul, árbol mágico y abundante en estas regiones, predilecto de los pájaros más pequeños, debido entre otras razones( que habría que preguntar a esos pájaros) al tamaño casi intangible





de sus semillas.





Y la última abundancia que quiero señalar es la de la alegría y agradecimiento que encuentro en mi corazón por estar aquí.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El invierno es tan tan maravilloso, incluso en la ciudaT, donde todo se vuelve en escala de grises.
Sobre todo es lindo cuando hay sopa, chocolate y alguien con quien cucharear en las tardes frías ;)

quercus dijo...

¡¡¡ Síííííí. Soooopa.Mucha sopa hirviente. Y de postre chocolate
con algún toquecito de licor.
Una buena peli o un buen libro...
y la noche invernal se tornará en un delirio cósmico!!!!!
¿Las ardillas toman sopa?

Hakuna! dijo...

que rico sopitaaaaaaaaaaa, la verdad es que en ese sentidito no identifico con "famaldita" ella que se pone verde cada vez que su mama dice SOPA, debe ser como cuando a mi me dicen MONDONGO y GUACALA!!!
el invierno es espectacular tiene su encanto imponete de señor con traje gris y el desnudo de los arboles. Me resulta hermoso, pero debo admitir que me gusta mucho mas la señora glamourosa primavera ella toda pomposa con colores, RE VEDET!!
bueno me jui por las ramas.
te dejo un beso ya pasare a hacerme la toca!! yo al igual que la señora primaveira soy re glamour.

quercus dijo...

Hakunita: gracias por pasar y por
el simpático comentario.
Coincido con el gusto por
el glamour primaveral,
pero qué digo, si a mí
(en este lugar) me encan-
ta el año completo (el al
boroto del verano, la me-
lancolía otoñal...)
En cualquier momento paso
por su domicilio. Besito.

Viuda Negra dijo...

aguante quedarse en casa con una buena peli y una taza de chocolate calienta!! mmmmmmmm... y aguanten las vacaciones tambien!!!!!!!!!!!! seeeeee...
baires!! jejej
un beso... como no nos vemos nunca!! jejej

quercus dijo...

¡¡Qué linda visita!! Parece que vamos a tener que hacer en serio
una chocolateada blogueril (aqui o en Baires)para celebrar el invierno
y muchas cosas más. Besuquitos.