
En un tiempo tan irreal y distante como el día de hoy; y en un espacio sólo reconocible en el imaginario personal, un "pater familiae" lleva a pasear a su pequeña hija, al inmenso parque poblado por exóticos y variados animales; y recorrido por interminables caminos arbolados que se cruzan y se pierden en destinos fabulosos. Uno de esos sitios de aquella Buenos Aires, que apenas existe como un reverbero nostálgico en comprimidos archivos de la memoria, desteñidos y difusos a fuerza de escudriñados una y otra vez..
Una tarde cualquiera de ese tiempo en que los niños tenían el privilegio de la inocencia, de los sueños y el despilfarro de la imaginación. Quizá una tarde en sepia... que es el color del evocar.
4 comentarios:
Me encanta la foto y me la guardé.
Me encantan los recuerdos tambien, siempre parecen tan puros!
Gracias por tu visita Ardi. Captaste la idea fundamental de la publicación. Besito.
Qué hermosor de post!! Me lo guardo ya mismo en el mundo sepia que tengo escondido en el corazón. El de la Gemela buena.
Te quiero mucho!!
sepia el color del evocar.
que de gabyta!??!?! por favor!?!?? que se apersone en mi blox!
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