
Estos días son a este sitio, como el parpadeo es al enfoque de la mirada. Pueden observarse
mútiples cambios, en el follaje que atraviesa todos lo matices desde el oro hasta el púrpura, en
el comportamiento de los pájaros, que con las primeras nieves en la montaña bajan a alimentarse
de semillas de abedul y bayas violáceas,naranjas y rojas; en el olor del aire, olor a llovizna y a leños encendidos; en las primeras escarchas sobre pastos y hojas; y en esa leve melancolía que va adentrándose en nuestras moradas más ocultas. Todo se desprende, se despoja, se transmuta, preparándonos,
para esa desnudez final que llegará con el invierno y su quietud.
5 comentarios:
y lo dificil que es caer justo justo para la transición exacta, el punto cumbre de todos esos ocres, dorados, rojos y violetas...
una simple nevada llevandose con ella la posibilidad ...
Hola Rochies: si es cierto que el blanco es el color de la luz solar, no descompuesta aún en los variados colores del espectro, digamos que la contemplación de la nieve conlleva alguna sensación de plenitud . . . Como verá, siempre hallaré el modo de justificar mi amor por este sitio.
Un beso.
Ay, qué lindo. Lo dije y lo repito: no hay nada que inspire tanto a los bloggers como el otoño.
Marie, te queremos!
La tierna ardilla :D
Hola Ardi!
A mi me parece que el otoño es muy inspirador porque invita a la introspección y a la ensoñación; y
esto es un coctel que en las proporciones justas produce una dulce embriaguez al alma ¿no te parece?
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